NO SE TRATA DE SI ERES RELIGIOSO SI NO DE SI AMAS O NO A
DIOS
El pecado en Israel empezó con la falta de amor a Dios.
Se puede decir que todo pecado es una falta de amor a Dios.
El primero de los mandamientos que se le da al pueblo
israelita es: Éxo 20:5 No los
adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que
castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y muestro misericordia a millares, a los que
me aman y guardan mis mandamientos.
"Sí. “a los que
me aman y guardan mis mandamientos”.
El problema fue siempre, la falta de amor a Dios. Esa fue la
diferencia entre David y Saúl. Saúl estaba preocupado por sí mismo y no por
amar a Dios. Eso le hizo cometer una serie de pecados que finalmente dieron
como resultado el fin de su reinado pero no le molestaba haber ofendido a Dios.
En el caso de David, vemos reflejado su amor a Dios en los salmos que escribió,
y aunque su vida no se puede considerar ejemplar, sí se puede aprender de su
amor a Dios. Amor que le hizo clamar por perdón, no por miedo al castigo que le
venía si no por la ofensa inferida a Dios a quien ama. Salmos
Vemos esa misma diferencia con el comportamiento de su hijo
Salomón; hombre lleno de sabiduría, sin embargo, falto de amor a Dios.
Construyó el templo en Jerusalén para que gente de todas las naciones llegar a
adorar, pero si se lee el discurso de la dedicación, no hay una sola mención al
amor a Dios. Es como un discurso ante una autoridad y el privilegio de tener
esa autoridad de su parte. Salomón no duda de la existencia de Dios, reconoce
que el pecado es ofensa a Dios, que se precisa arrepentimiento, que hay que
estar del lado de Dios para ser bendecido, pero nada del amor de Dios, ni del
amor a Dios.
Podemos nosotros mismos preguntarnos si al final nuestra
relación con Dios no es muy similar a la de Salomón. 1Re
8:47 si recapacitan en la tierra adonde hayan
sido llevados cautivos, y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los
que los llevaron cautivos, diciendo: "Hemos pecado y hemos cometido
iniquidad, hemos obrado perversamente", 48
si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra
de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a ti vueltos hacia la tierra
que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia
la casa que he edificado a tu nombre, 49
entonces escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, su
oración y su súplica y hazles justicia.
Estamos muy interesados en el
cumplimiento de las leyes, de las normas, del ritual, pero no amamos a Dios
como él quiere. Las comunidades llamadas cristianas, muchas veces tienen
ceremonias, cultos, reuniones al parecer muy espirituales y de “avivamiento”
pero carecen del amor a Dios y el amor a los demás.
No se trata de una doctrina, ni
siquiera de tener conocimiento, se trata de un sentimiento más real y profundo
que incluso el amor de cónyuges o entre padres e hijos: del amor de Dios y el
amor a Dios.
¿Eres religioso? La religión
pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del
mundo. Stg 1:27
Eso fue lo que chocó con los
líderes religiosos de judaísmo, es lo que choca con los líderes religiosos de
la actualidad: se precisa autenticidad en el amor a Dios que se demuestra con
el amor a los demás. Pero eso no gusta a la gente que quiere el dinero para sí
mismo con pretexto de ser el “ungido de Dios”, el líder de la iglesia, el
pastor de la iglesia. Todos estos, títulos que solamente corresponden a Cristo.
Le preguntaron al Señor Jesús
cuál era el mayor mandamiento. La respuesta fue simple: Mat 22:37 Y El le
dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON
TODA TU MENTE. 38 Este es el grande y el
primer mandamiento. 39 Y el segundo es
semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la
ley y los profetas.
De esto depende todo. Es que
Dios nos amó primero: Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas
tenga vida eterna.
Ninguna doctrina, ninguna
iglesia, grupo, denominación, religión, salva ni tiene la verdad porque Cristo
es la verdad
Solamente el amor de Dios es
suficiente:
1Jn
4:19 Nosotros amamos, porque El nos amó
primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a
Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su
hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 21 Y este mandamiento tenemos de El: que el que
ama a Dios, ame también a su hermano.
Esto es lo que significa la muerte de Jesús. Por eso fue tan
poderosa, y tan amenazante para la gente acostumbrada a la obligación
religiosa. Si eres una persona cansada de todo esto, entonces la cruz es la
noticia más grandiosa: que solo Jesús puede abrir la puerta para la relación
que tu corazón anhela. Pero si eres una persona que vive del sistema religioso
y tienes una posición en él, entonces la cruz es un escándalo. Ahora podemos
ser amados sin hacer nada para merecerlo.
Dios en su Palabra habla acerca de la religión - el esfuerzo del hombre para aplacar a Dios por medio de sus propias obras. Hacer lo que él quiere, para que él sea bueno con nosotros y no nos pasen cosas malas. Cuando nos va bien, este método nos hace autosuficientes, y esta es la trampa de la justicia propia. Y cuando nos va mal, acumulamos sobre nosotros una culpabilidad tan grande que no la soportamos. Los 'principios supuestamente religiosos del Nuevo Testamento' son solo otra manera de vivir bajo la ley dada a los judíos en tiempo de Moisés para conducirlos a Cristo. Todavía estás atrapado en los intentos de conseguir una recompensa de Dios por hacer lo bueno."
"Entonces, ¿intentar hacer lo bueno puede ser algo malo?" - "Si lo intentas de esta manera, definitivamente es malo. Pero Pablo conocía otro camino de vivir en la vida de Dios. Este camino transformó su vida entera. El sabía que nuestros fracasos vienen de nuestra falta de confianza en el cuidado de Dios. Mientras Pablo conoció mejor a Dios, descubrió que podía confiar en el amor de Dios por él. Cuanto más confiaba, más libre era de aquellos deseos que le consumían. Solo confiando en Jesús puede alguien experimentar esta libertad. Es una libertad verdadera."
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