Solamente la fe en Cristo nos libra de nuestra maldad
LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y LA IGLESIA
Lo primero que hay que tener presente es que la Biblia no tiene necesidad de argumentación alguna para validar lo que dice y que la abundancia de argumentos, teorías, conceptos no son otra cosa que parapetos para ocultar la verdad.
Uno de los principales argumentos en contra del cumpplimiento de los Diez Mandamientos es que la Ley le fue dada al pueblo de Israel y solamente al pueblo de Israel y que ningún otro pueblo de la antigüedad estuvo obligado a guardarla porque todo precisaba de condiciones especiales.
Debemos entender que el ibjetivo mismo de escoger a un pueblo para la gloria de Dios era salvar a ese pueblo de su pecado, de su esclavitud y a través de ello ssalvar a toda la humanidad. Así, Dios le dio una Ley que sí requiere condiciones especiales para su cumplimiento como la existencia de un lugar en el que presentar los sacrificios, el establecimiento del sacerdocio para atender todos los aspectos riruales. Juntamente con eestas normas ceremoniales únicas para Israel, Dios entregó lo que es una norma para lo que sería el pueblo de Dios compuesto además de judíos por gentiles, gente de las naciones como es la mayoria de los que componen hoy la Iglesia de Dios.
Quienes dicen que somos salvos únicamente por la fe en el sacrificio del Señor no están errados pues si no fuera por ese sacrificio, nadie, absolutamente nadie puede alcanzar la gracia de Dios, el perdón de pecados, la salvación. Sin embargo, eso no quiere decir que quedamos en libertad de vivir como nos parezca y que puesto que el Señor Jesús dio su vida en sacrificio, ya nada nos corresponde hacer. Eso no es lo que dice la Palabra de Dios. Por el contrario, si hemos creído en Cristo, si nos hemos arrepentido de nuestros pecados, si los hemos confesado, tenemos que dar los pasos de obediciencia: dejar la maldad que eso es lo que significa arrepentimiento, cambiar nuestra manera de vivir, pues eso es lo que significa NACER DE NUEVO y sin ese nuevo nacimiento no se puede ser salvo. El creyenbte tiene que ser bautizado y tiene que vivir una nueva vida conforme a LOS MANDAMIENTOS DE DIOS. El Señor Jesús dijo: "si me amaís, guardad mis mandamientos". 
El Sábado.
El sábado fue establecido por Dios pero no solamente para el pueblo judío aunque a este se le dio además como una señal igual que la circuncisión. El Sábado como ley de Dios se establece al culminar la creación. 
Pero no puede utilizarse el argumento de que el mandato del sábado igual que el resto de la Ley quedaron insubsistentes. No porque el mandato de guardar el Sábado es anterior a la Ley entregada a los israelitas y por eso la Iglesia continuó reuniéndose en Sábado y claro que muchos se reunían el domingo para recordar la resurrección del Señor, pero era el Sábado el día destinado para la adoración y la enseñanza. La celebración dominical vino mucho más tarde con el decreto de Constantino, el emperador romano cambiando el Sábado por el domingo, día que los romanos dedicaban al sol.



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